sábado, 28 de octubre de 2023

Hna. Laura Elsa AbudYáñez, a 33 años de ser incorporada a la Academia Chilena de la Lengua, octubre de 1990


Haciendo memoria de este momento tan importante en la vida de nuestra hermana Laura Elsa, en la vida de la Congregación y, principalmente, de la gente de Letras del querido Norte Grande chileno, reproducimos un artículo de su querido amigo, Osvaldo Maya Cortés que, fiel a su maestra, encuentra razones para hacernos recuperar la literatura nortina. 



TRANSFIGURAR LA SOLEDAD EN HALLAZGO POÉTICO

“El niño que fui no vio el paisaje tal como el adulto

en que se convirtió estaría tentado de imaginarlo

desde su altura de hombre.”

José Saramago.

Realidad e irrealidad: problemática literaria.

La literatura del Norte de Chile y su proceso de creación artística ha merecido elogiosas y pertinentes evaluaciones de mujeres y hombres de letras: Salvador Reyes, Mario Bahamonde, Andrés Sabella, Mauricio Ostria, Sergio Gaytán y, entre las damas, Hermana Laura Elsa Abud Yáñez de la Compañía del Divino Maestro.

“De la Palabra y el Hombre en el Norte de Sabella” fue el tema del Discurso de Incorporación a la Academia Chilena de la Lengua de Hermana Elsa Abud C. D. M. Serena y armoniosa se alzó su voz desde su Antofagasta esa noche de octubre de 1990. Más de tres décadas de su vida, le ataban entonces a estas tierras. Cincuenta años ya le había dedicado a la creación literaria: poesía, teatro, libretos radiales, ensayos, crónica periodística, etc. Esa experiencia y conocimientos en tres o más lenguas, respaldaban su docencia.

Su Discurso fue y es un aporte que reconforta. La primera religiosa incorporada como Académica Correspondiente en Antofagasta por la Academia Chilena de la Lengua expuso, con su sencillez habitual, lo que estimaba su “responsabilidad” desde el punto de vista de las creaciones literarias, para con el Norte. En aquella oportunidad aceptaba como “exigencias connaturales a la responsabilidad” asumida:

“Ser, en la Academia, testigo y voz responsable de una tarea silenciosa -no siempre valorada, pero nunca detenida- de generaciones que, en el desierto, han vivido y hacen vivir esa experiencia única de transfigurar la soledad en hallazgo poético; de brindar a sus hermanos en la aridez, como a sus hermanos en el verdor de otras latitudes de nuestro país y de nuestro continente, no sólo el prodigioso centelleo del oleaje marino -“viejo Arlequín, caballo de Simbad”- sino el caudal secreto de las aguas que se dejan adivinar, cristalinas, en la ilusión de tantos fascinados por el silencio de la noche Pampa adentro: “A muchos metros bajo la costra dura del caliche, se oye cantar el agua en el desierto”- dicen los que saben.”(1)

Testigos, voceros responsables, entusiastas vitalizadores, conscientes promotores, también han requerido las literaturas, especialmente las regionales, para que sus rasgos esenciales logren la debida jerarquización y garanticen su singularidad.

Destacable es en esas palabras el carácter específicamente estético del planteamiento en la coparticipación de esa “experiencia única”-tanto del creador, como del lector- consistente en “transfigurar la soledad en hallazgo poético” para proyectarlo luego, literariamente hacia los demás. En ese punto, desde siempre y en cualquier entorno cultural, se dan la mano la acción de los creadores con la de los recreadores, es decir, lectores, estudiosos y críticos.

Sergio Peralta Peralta, Victoria Fuentes Córdova, Hna. Elsa cdm, Osvaldo Maya Cortés y Patricia Benett Ramírez. Esta foto es de 1995 y fue tomada en Antofagasta.

sábado, 2 de septiembre de 2023

CUIDAR LA CASA COMÚN, DESAFÍO DE NUESTRO TIEMPO

 Encuentro realizado el sábado 19 de agosto, en la sede central de la Compañía del Divino Maestro

En el marco de los 80 años de la Compañía del Divino Maestro y los 90 años de la fundación del Instituto de Cultura Religiosa Superior (ICRS), confirmando nuestro caminar en los desafíos de cada momento histórico, se celebró el panel de discusión acerca del cuidado de la naturaleza, los recursos y la vida.  La crisis climática no es fruto de las fuerzas de la naturaleza, es una crisis cuyas causas son de orden político y social.

Para ayudarnos en la reflexión tuvimos como panelistas al Dr. Guillermo Folguera (CONICET), argentino y al Mg. Luis Eduardo Espinoza Almonacid (CONICET, IIGG-UBA), chileno.  Y para abordar la temática desde lo estético, se presentó la muestra a cargo de Laura Woller - Macarena Aguiló - Paula Benítez. (Regina Espacio de Arte (REA) - Argentina). La hermana Silvina Spagnuolo, cdm, moderó el panel.


De izquierda a derecha, Hna. Silvina, Dr. Folguera y Mg. Espinoza Almonacid

Agradecemos a todos ellos por su colaboración, por lo que han compartido y nos ha dado que pensar. Resalto el hecho de que ambos, si bien nos hablaron desde la ciencia, se presentaron desde su experiencia personal: Guillermo contando como llegó a ocuparse del tema ambiental condicionado por su recorrido de vida y Luis afirmando que el hábitat objeto de su estudio es su hábitat, “yo soy de esa zona, esa zona es mi casa”.  Es muy fácil empatizar con el tema ambiental si los que nos hablan de esas problemáticas lo hacen desde su involucramiento humano, hablan de la ciencia desde el corazón.

A continuación presentamos algunas resonancias de lo escuchado en el panel, pretendiendo simplemente  hacer una lectura de lo acontecido.

Las presentaciones se refirieron a lo que sucede en Chile y Argentina respecto de la crisis climática.  Al mirar ambos países hemos hecho un gesto de vecindad, de cercanía, de intercambio fructífero.  No es mi problema, tu problema, se trata más bien de nuestro problema.

  • Los aportes fueron dados por dos científicos en orden a contribuir desde la ciencia al grave problema medioambiental.  Hemos de decir que la ciencia, como todo producto humano, no es neutral sino que hacer ciencia implica hacerlo desde una mirada interesada. Estos días se escucha de parte de algún candidato que se postula a la presidencia de Argentina  propuestas de privatizar la investigación científica. Sería un grave error. La investigación científica no puede quedar exclusivamente en manos de privados cuyos objetivos muchas veces se limitan a buscar ganancias, haciendo de la investigación una herramienta para el lucro. El Estado debe invertir en investigación científica y debe hacerlo garantizando que dicha investigación apunte siempre al bien común.  De ese modo estaremos cuidando la soberanía de nuestro pueblo en la búsqueda de solución a los problemas contemporáneos. Acá encontramos un primer binomio que tiene que ir junto: academia y pueblo; ciencia y bien común.

En la foto, una escultura que forma parte de la muestra 
“La tierra descansa sobre una ofrenda”
de las artistas Laura Woller, Macarena Aguiló y Paula Benítez.
(REA, Regina Espacio de Arte)

martes, 8 de agosto de 2023

martes, 1 de agosto de 2023

 

2da. Parte

EL INSTITUTO DE CULTURA RELIGIOSA SUPERIOR, INSTITUCIÓN PARADIGMÁTICA EN LA ARGENTINA (1966-1983).



1)   La persecución.

NOTAS

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3) La persecución.

El ICRS, como lugar practicado generó sospechas y pronto se volvió en peligroso para la dictadura.

Como LUGAR DE ENCUENTRO muchas personas y organizaciones pudieron llegar hasta allí, participar en las actividades que se proponían y también encontrarse con otros a los que acompañaban las mismas preocupaciones. Muchas alianzas y sinergias se desarrollaron bajo esos techos.

Fue también LUGAR DE FORMACIÓN. Acompañó la dinámica de la Iglesia del Concilio Vaticano II, de la Iglesia Latinoamericana y de la Iglesia Argentina. Hizo un servicio que permitió formarse a muchos cristianos en esta nueva etapa. Ayudó a la promoción de los laicos y a descubrirse, esa generación, como Pueblo de Dios que caminaba en la Argentina.

Según los testimonios fue LUGAR DE REFUGIO para algunas personas. “A medida que avanzaba el proceso militar, aumentaban las persecuciones y muchas personas –para salvar su vida- optaron por salir del país. Uno de los mayores problemas que afrontaban era el conseguir pasaporte y –luego de haberlo solicitado- encontrar un lugar donde refugiarse….así fue como se refugiaron en casa algunas personas, sobre todo del gremio de Ongaro (Gráficos). El 8 de mayo de 1975, Alfredo Máximo Ongaro –hijo de Raimundo Ongaro y preso en ese momento- fue asesinado. A partir de allí se desató una persecución contra toda la familia y esta acudió a nosotras. Yo me puse en comunicación con Mateo Perdía, sacerdote pasionista de la iglesia de Santa Cruz y con él traté el tema de refugiar a la esposa de Ongaro.”11

PARA LA DICTADURA fue un LUGAR PELIGROSO. El gobierno militar ejerció una vigilancia en muchas instituciones eclesiales. El ICRS no se libró de ella. Aún en el año 1982, casi al borde del regreso a la democracia todavía se tenía que informar a los organismos de inteligencia acerca de las autoridades en vigencia, la índole de la institución y las actividades del ICRS. También era frecuente la presencia de personas extrañas en los cursos y conferencias, de manera que había que tener cierto cuidado con lo que los profesores y alumnos expresaban.

Los hechos más dramáticos que se vivieron en el ICRS fueron dos atentados que se registraron el primero el 4 de noviembre de 1976, consistió en que la librería del Instituto fue ametrallada y el segundo, el 7 de marzo de 1977, cuando hicieron estallar a la madrugada dos bombas, una en R. Peña 1062, puerta de entrada al Teatro del Instituto y otra en R. Peña 1052, entrada de la librería. De todos modos no hubo víctimas que lamentar aunque si destrozos materiales y el consecuente temor que invadió el lugar.

En el primer atentado, además de ametrallar la librería del Instituto, también ametrallaron la vecina librería religiosa que queda a dos cuadras. Se atribuyó el atentado un comando por la restauración católica. En esa época estaba la polémica por la Biblia Latinoamericana que se vendía en ambas librerías y era considerada marxista por la dictadura y por algunos miembros de la Conferencia Episcopal Argentina. Se hizo la denuncia en la comisaria 17. Hechas las investigaciones de rigor, se informó a las hermanas que el estudio de balística revelaba que el arma utilizada en el atentado era de origen francés, muy sofisticada. En el segundo atentado, perpetuado cuatro meses después, por la madrugada, se trató de dos bombas muy potentes, que dejaron estragos en negocios y ventanales de toda la cuadra además de volar la entrada de 1062 y provocar destrozos considerables en el frente de la librería en R. Peña 1052.

El 11/11/1976 se había solicitado al Fondo Nacional de las Artes un subsidio para la adquisición de spots y lámparas de proyección. El 21/1/77 el Consejo General de la CDM aceptó dicha donación y dada que la sala inaugurará temporada el 7 de marzo del corriente año, los fondos serían usados entre el 15/2 y el 6/3 para poner el teatro a punto. Todo ese material resultó destruido por aquellos mismos que lo habían otorgado.12

A raíz del segundo atentado se hicieron trámites ante el Ministerio de Bienestar Social para obtener algún subsidio como reparación. La respuesta fue que no correspondía porque esos subsidios se otorgaban solamente a viviendas familiares que hubieran sufrido atentados de ese tipo.13

Reproducimos aquí el testimonio de Luis Brandoni, que al día siguiente del atentado con las bombas, tenía que estrenar una obra en el teatro. “Recuerdo también que en el actual teatro de la Comedia, en Rodríguez Peña casi Santa Fe, la actriz Tina Helba organizó recitales diarios. Me convocaron para presentarme con tres funciones de mi bipersonal “Solo para usted”, que yo hacía con Mario Labardén y el guitarrista Moncho Meres, cuando me quedaba sin trabajo. La madrugada anterior a mi debut en ese ciclo, pusieron una bomba frente al teatro que produjo un daño material muy grande en los locales y viviendas de esa cuadra. Fui apenas me enteré. La escena era desoladora. Una señora parada en la puerta de su comercio con la vidriera rota, me vio pasar y me dijo: “gracias, eh, muchas gracias”. La mujer me hacía responsable de la bomba. La víctima era el culpable. Ese clima social se vivía en Bs.As.”14.

Después de los atentados, las hermanas del Divino Maestro enviaron comunicaciones al Cardenal Aramburu, arzobispo de Buenos Aires, al Cardenal Primatesta, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y al Nuncio Apostólico Monseñor Pio Laghi informando lo ocurrido. Llevaron las cartas en mano. Una de las protagonistas afirma que en la Nunciatura apostólica fue donde más se interesaron, tomando pormenorizada nota de todo lo ocurrido. En cambio, en el Arzobispado fueron recibidas por Monseñor Canale que bajando la escalera de la sede les dijo “Por algo habrá sido”. Esa expresión provocó turbación en un sacerdote que presenció el hecho.15

Los diarios de la época registraron los hechos y dieron la noticia: “La Razón” el 7/3/1977; “La Opinión”, “La Nación”, “La Prensa” el día 8/3/1977. Es destacable lo publicado por el diario “La Opinión” en dos artículos donde además de informar del hecho, se hace un juicio de valor sobre el mismo. Reproducimos:

“…Y la Argentina que aún debe soportar las bombas que han destruido un orgullo nacional como el Instituto de Cultura Religiosa Superior, donde hace más de veinte años se difunden las muestras más elevadas de la cultura universal y el pensamiento de la Iglesia …”16. “Entonces aparecen los que piensan que el silencio es salud y achacan la responsabilidad de las bombas a los teatros y a las bibliotecas y convierten a la víctima en victimario. Y sin embargo, es precisamente en estas circunstancias cuando el rol de la comunidad se dibuja nítidamente….La comunidad debe obstinarse en reconstruir los teatros dañados, en reparar las bibliotecas destruidas. Si el teatro del ICRS tenía un programa debe cumplirse, porfiadamente, sin excepciones….”17

En los días posteriores al segundo atentado, fueron muchas las personas y organizaciones que se solidarizaron con las hermanas y con el ICRS.18 En los archivos de la CDM se obtuvieron los siguientes registros:

▪ Monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro.

▪ Monseñor Miguel Hesayne, obispo de Viedma.

▪ Monseñor José Gentico, director de la casa de Formación Sacerdotal. Diócesis de Morón.

▪ Monseñor Cándido Rubiolo, administrador apostólico Diócesis de La Rioja.

▪ Consejo Directivo de la Fundación Argentina para la Promoción del Desarrollo Económico y Social (FAPES) y sus institutos IDEC-IDIE. Firman Carlos Eroles y Juan Caracotche.

▪ Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos.

▪ Oficina Israelí de Turismo.

▪ Monasterio de los Monjes Trapenses. Azul. Padre Agustín Roberts. Además de solidarizarse, enviaron un cheque de quince mil pesos nuevos para cubrir alguna necesidad de la comunidad.

▪ Marta Ezcurra, ex directora de la Escuela de Servicio Social del ICRS:

▪ María Luján Eyzaguirre.

▪ Padre Alberto Ibáñez Padilla.

▪ Elizabeth Freitag, representante de Adveniat para América Latina.


NOTAS

1 https://www.latorredelvirrey.es/que-es-un-lugar-la-topologia-espiritual-de-michel-de-certeau/

2 Se refiere a la Acción Católica Argentina (ACA), la Juventud Obrera Católica (JOC);la Juventud Estudiantil Católica (JEC); la Juventud Universitaria Católica (JUC); la Juventud Agraria Católica (JAC) y al Movimiento Rural de la Acción Católica (MR de AC):

3 Catoggio, María Soledad. Los desaparecidos de la iglesia: El clero contestatario frente a la dictadura-1ª Ed.-Buenos Aires: Siglo Veintiuno, Buenos Aires, 2016.

4 Barral, María Elena. Curas con los pies en la tierra: Una historia de la Iglesia en la Argentina contada desde abajo. Sudamericana, Bs.As., 2016. Pág. 246.

Bonasso, Miguel. El presidente que no fue. Los archivos ocultos del Peronismo. Planeta, Bs.As., 2011, pág. 305.

Brandoni, Luis- Ramos Marcelo. Antes de que me olvide. CABA, Sudamericana, 2021.

Campos, Esteban. Cristianismo y revolución. El origen de Montoneros: Violencia, política y religión en los 60. CABA, Edhasa, 2016, pág.98.

Chávez, Fermín. Alpargatas y Libros- Diccionario de Peronistas de la Cultura. T. II –Ediciones Theoría, Buenos Aires, 2003. Pág. 56 y 61.

De Biase, Martín: Entre dos fuegos: Vida y asesinato del padre Mugica, Bs.As. Patria Grande, 2009, pág.6, 138, 229, 344.

Diana, Marta. Buscando el Reino. La opción por los pobres de los argentinos que siguieron al Concilio Vaticano II. Planeta, Bs.As., 2013, pág.291, 292.

Donatello, Luis Miguel. Catolicismo y Montoneros: Religión, política y desencanto. Buenos Aires, Manantial, 2010, pág.89.

Dirección General de Cultos. CABA. Gritar el evangelio con la vida. Mauricio Silva barrendero. Buenos Aires, 2007, pág.13, 153.

O`Donell, María. Aramburu: El crimen político que dividió al país. El origen de Montoneros. Caba, Planeta, 2020, pág.157, 165.

Suarez, Ana Lourdes. Religiosas en América Latina, memorias y contextos. 1º Edición. CABA. Universidad Católica Argentina- Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales ,2020. Libro digital, pág. 116.

Varios. Vidas de fuego. Grandes figuras espirituales de la historia del siglo XX. Buenos Aires, Lumen, 2006.pág.133.

Verbitsky, Horacio. La mano izquierda de Dios. Tomo IV. La última dictadura. (1976-1983). 1ª Ed. Buenos Aires, Sudamericana, 2010, pág.454, 524.

5 Cfr. María Laura Roger. Natalia Montes de Oca (1895-1981) en Personalidades Religiosas de la ciudad de Buenos Aires: Hombres y mujeres creyentes que dejaron su huella/ compilado por Marcos Vanzini. Buenos Aires: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2012.

6 Todo lo que sigue: 2.1., 2.2.; 2.3. es sacado de los archivos del Instituto de Cultura Religiosa Superior. Sección folletos.

7 Constituciones de la Compañía del Divino Maestro.

8 Libro de Actas del Consejo General de la CDM. Acta Nº 458, 31 de Octubre de 1973.

9 Cattogio, María Soledad, op.cit. pág.98. Se refiere a los religiosos que ingresan al mundo del trabajo rechazando el campo de la educación católica como ámbito pertinente para la misión evangelizadora.

10 Ver entrevista a Nelda Etchenique en Diana, Marta, op. cit. Pág.291.

11 Idem, pág, 292.

12 Cfr. Actas de la Asociación Civil “La Verdad” de la CDM. Acta Nº 42 del 21/171977.

13 Cfr. Actas de la Asociación Civil “La Verdad” de la CDM. Acta Nº 46 del 25/4/1977.

14 Luis Brandoni/Marcelo Ramos. Antes de que me olvide. Caba, Sudamericana, 2021, pág.163.

15 Testimonio de la Hermana Clara Romero, cdm.

16 Ver Los dos países en el Diario La Opinión del 8/3/1977.

17 Ver Posdata en el Diario La Opinión del 9/3/1977.

18 Archivo Compañía del Divino Maestro. Correspondencia Año 1977.

(Texto publicado en: LA VERDAD OS HARÁ LIBRE. La Iglesia católica en la espiral de violencia en la Argentina. 1966-1983. TOMO 1. págs. 674-680. Ed. Planeta, 2023)

 

1ra PARTE

EL INSTITUTO DE CULTURA RELIGIOSA SUPERIOR,   INSTITUCIÓN PARADIGMÁTICA EN LA ARGENTINA (1966-1983).

María Laura Roger CDM


  ESPACIOS que condicionaron la vida de los consagrados, animados por ellos en esos difíciles años.

2)   El Instituto de Cultura Religiosa Superior

2.1. ¿Qué es el ICRS?

2.2.¿Cómo se estructura?

2.3. ¿Qué ofrecía el ICRS esos años?

2.4. ¿Qué espíritu animaba el ICRS?

2.4.1.Folletos

2.4.1.1. Folleto del ICRS:

2.4.1.2.Folleto de la Escuela de Ciencias Sagradas:

2.5. Debate sobre la Escuela de Relaciones Humanas.

2.6. La revista SEDOI.

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La Real Academia define “paradigma” como “conjunto de unidades que pueden sustituir a otra en un mismo contexto porque cumplen la misma función”. Es un arquetipo, un ejemplar: algo que representa a otras situaciones que se le asemejan. Consideramos el caso del Instituto de Cultura Religiosa Superior paradigmático en cuanto que, en medio de la difícil situación que atravesaba la Argentina en los años del terrorismo de Estado, realizó proyectos significativos en la formación, la acogida y la animación de la renovación que proponía a la vida consagrada y a la Iglesia, el Vaticano II y fue un espacio significativo para muchos que encontraron allí contención y ayuda.

1) ESPACIOS que condicionaron la vida de los consagrados, animados por ellos en esos difíciles años.

Cuando hablamos de espacios tenemos que aclarar a que nos estamos refiriendo. La historia, y de eso se trata nuestro esfuerzo, es el encuentro de dos libertades, la del hombre y la de Dios, en medio de las coordenadas espacio-temporales.

El término “espacio” tiene distintas interpretaciones según la disciplina que lo aborde y la reflexión de quien la cultiva.

En nuestro caso, entenderemos espacio como algo distinto de lugar.

“Un lugar implica “una indicación de estabilidad”; “el espacio es un cruce de entidades móviles”; “el espacio es un lugar practicado”.

La distinción entre lugar y espacio atribuye al primero características ordenadas e inalterables, mientras que el segundo no tiene “ni la univocidad ni la estabilidad de algo circunscrito”; se presenta como “un cruce de entidades móviles”, en pocas palabras: “es un lugar practicado”. Dentro de este teatro de posibilidades ilimitadas, todos y cada uno pueden contribuir al nacimiento de un “pulular creativo”, motor de aquella pluralidad cultural que es la barrera indispensable contra cualquier tentación autoritaria”1

Nuestro trabajo se refiere a un tiempo determinado: años 1966-1983 y a un lugar determinado: Argentina. Esta nación se convirtió en un lugar donde reinó la dictadura militar y se desarrolló el terrorismo de Estado.

Sin embargo, misteriosamente, en medio de esta realidad, hubo enclaves o intersticios donde se animó la vida y se formaron las personas en orden a sostener la fe, el amor y en la esperanza.

“A la vez, estos espacios institucionales2 convivían con reuniones informales como charlas, retiros y conferencias que congregaban a actores de distintas pertenencias institucionales, con participación de grupos diversos y, en ocasiones, deseosos de encontrar un grupo o referente con quien sentirse más identificados para orientar sus propias carreras eclesiásticas. En este sentido, los retiros espirituales dirigidos por Arturo Paoli o Francisco Jalics, las charlas con Mamerto Menapace en el monasterio de Los Toldos, las conferencias dadas en Casa Nazaret, en torno al Centro de Justicia y Paz, o las charlas convocadas en el Instituto de Cultura Religiosa Superior fueron memorables para muchos de los protagonistas de este libro. Para algunos de ellos, estos espacios resultaron cruciales para reorientar la carrera vital en momentos de incertidumbre o pérdida de sentido de las estructuras en las que estaban insertos”3.

Si bien Cattogio está refiriéndose a la incidencia que tuvieron esos espacios en el clero, podemos considerar sus afirmaciones extensivas a otros protagonistas de la época.

Llama la atención que todos los espacios nombrados por Cattogio fueron animados y sostenidos por religiosos. En el caso del Instituto de Cultura Religiosa Superior las que estuvieron al frente de la obra fueron mujeres religiosas.

Aquí nos ceñiremos a las áreas la Capital Federal (CABA) y a la provincia de Buenos Aires. Queda pendiente para el futuro poder explorar otros espacios a lo largo y ancho de la Argentina que también resistieron la barbarie del terrorismo de estado.

2) El Instituto de Cultura Religiosa Superior

De los espacios “practicados” observaremos con más detenimiento al Instituto de Cultura Religiosa Superior (En adelante: ICRS). A lo largo de la investigación nos llamó la atención las muchas veces que se lo menciona en los testimonios y en las publicaciones. Citamos aquí solo algunos libros en los que aparece.4 En ellos se nombra al ICRS frecuentemente como lugar de encuentro o de formación. Repetidas veces referido a los padres Carlos Mugica y Alberto Carbone. También indicando a personas que actuaron o trabajaron allí. Y como un acontecimiento muy significativo por las amenazas y atentados que sufrió. Este espacio pertenece a una congregación religiosa femenina, la Compañía del Divino Maestro (en adelante: CDM). Desde su fundación ha sido animado por mujeres. En la época que nos ocupa era uno de los pocos espacios que tenía esta característica.

El origen del ICRS tuvo lugar el 3 de mayo de 1933, cuando el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, Monseñor Santiago Luis Copello lo fundó, “para la formación intelectual y espiritual de las socias -especialmente las socias dirigentes- de la Acción Católica Argentina”. De este modo la teología se hace por primera vez en Buenos Aires asequible a las mujeres. Su sede definitiva está situada en Rodríguez Peña 1054, CABA.

El 28 de enero de 1943 se funda la Compañía del Divino Maestro, congregación que surge como respuesta concreta a la necesidad de consolidar el impulso de los estudios teológicos brindados por primera vez a la mujer, cuyo primer paso había sido la fundación del ICRS. A medida que pasó el tiempo, esta acción pastoral se extendió. Las destinatarias principales fueron las mujeres pero con el ánimo de llegar a todos a través de ellas.5 En el tiempo de nuestro estudio ya se había dado una cierta apertura, asistiendo a la casa mujeres pero también varones, religiosas/os y también laicos/as.

2.1. ¿Qué es el ICRS?6

Según dice un folleto de la época se trata de “Un llamado a una reflexión sincera, a una investigación auténtica, a un compromiso vital ante el Misterio de Cristo y su Iglesia, para este momento crucial de la historia”.

Destaquemos que se define al ICRS como un lugar de convocatoria a un compromiso con Cristo y su Iglesia y por extensión, un compromiso con este momento crucial de la historia. Se entiende que es una convocatoria a vivir la fe encarnada, lejos de cualquier espiritualismo, fundados en que Jesucristo es el Señor de la historia. Es un llamado a buscar la “Verdad total que está en Jesucristo y es Jesucristo”7

2.2.¿Cómo se estructura?

El ICRS se presenta en la época como un lugar donde convergen distintas escuelas y disciplinas:

• Escuela de Ciencias Sagradas

• Departamento de Estudios Bíblicos

• Escuela de Servicio Social

• Escuela de Relaciones Humanas

• Historia del Arte

• Cultura Occidental Contemporánea

• Literatura Moderna

• Antropología Filosófica

• Seminario de Teatro

Además de las áreas académicas, el ICRS contaba con un ateneo deportivo para niñas y jóvenes; yoga impartido por profesoras discípulas del padre Ismael Quiles,s.j, egresadas de la Universidad del Salvador; una biblioteca con abundante material de las carreras y escuelas que funcionaban allí; una librería religiosa; un salón de té abierto a la comunidad; el aula magna que funcionaba como una sala multipropósito; una capilla para la oración, en la que se celebraba diariamente la Eucaristía, incluso los domingos.

El ICRS, como dijimos, era animado por las hermanas de la Compañía del Divino Maestro. Tenía una directora religiosa, que con un equipo directivo y el asesor teológico nombrado por el Arzobispo de Buenos Aires, se ocupaba de la totalidad de las secciones y actividades que ser desarrollaban en el mismo. En cuanto a la Escuela de Ciencias Sagradas tenía un director, cargo que siempre ocupaba alguno de los profesores de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA).

miércoles, 12 de julio de 2023

 

Cómo surgió la comunidad

de la Compañía del Divino Maestro (CDM) de La Rioja

Los primeros años…

Un poco de historia

      Fue en el año 1970… Nuestra historia está entrelazada con los acontecimientos eclesiales de esa época. En 1965 concluye el Concilio Vaticano II y, en 1968 se celebra la Conferencia Episcopal de Medellín, para concretar el Concilio a la realidad latinoamericana. Fue un tiempo de mucha efervescencia y esperanza por los cambios que se avecinaban. Las Hermanas de la Compañía del Divino Maestro, nos nutrimos con estos nuevos aires de renovación eclesial.

Concluido Medellín, al año siguiente (1969) tuvimos un Encuentro en Punta Indio (Pcia. de Buenos Aires) para estudiar las conclusiones de Medellín a fin de  llevarlas a la práctica. Entre los años 1970-1971, celebramos nuestro Capítulo General en dos sesiones, para adecuar nuestras Constituciones a los nuevos cambios. En el período inter-sesional,  se nombró un equipo para preparar documentos y materiales para la segunda sesión. Este equipo estuvo conformado por las Hermanas Victorina María, Orfilia y Clara.

      Y en este equipo surgió la inquietud  de presentar la posibilidad de una experiencia que nos ayudara a concretar lo que deseábamos vivir. En un primer momento, propusimos comenzar una nueva comunidad en Uruguay. Pero, la Superiora General de ese entonces, Hna. Aída López, no veía esto posible. Y nos dijo que viéramos posibilidades en nuestro país. Es así que nos enteramos que había un Equipo episcopal que se ocupaba de la distribución de las fuerzas pastorales. En este equipo estaba Mons. Angelelli. (Él ya era obispo de La Rioja desde el año 1968). Cuando nos enteramos que estaba en Bs.As. le solicitamos una entrevista. En este encuentro, él nos mostró la realidad pastoral del país. Después, con el entusiasmo que le era habitual, nos habló de su querida Rioja y nos invitó a su diócesis. Qué decir… nos entusiasmó, me entusiasmó. Le planteamos la posibilidad al Consejo, Natalia, nuestra fundadora, que todavía lo integraba, nos animó. Fue en ese mismo año que realicé una visita a La Rioja para conocer de cerca la realidad.

     Presentamos el proyecto en la segunda sesión capitular (1971), de iniciar una comunidad en esa diócesis. Este proyecto fue aceptado por unanimidad. Y hubo un gesto simbólico muy lindo de la Comunidad de Antofagasta, que nos regaló un cucharón y una panera.

Nelda, la nueva Superiora General y su consejo, también apoyaron esta iniciativa.

Se inicia así la primera comunidad en La Rioja

 Mons. Angelelli nos recomendó que no fuésemos en los meses de verano porque hacía mucho calor y nos iba a resultar difícil la adaptación. En la Pascua del mes de abril (1971) partí a La Rioja junto con Estela Robirosa. Nos llevó Severino Croatto en camioneta. Llevábamos para empezar: dos colchones, seis sillas y una caja con mercadería. Fuimos acogidas por Mons. Angelelli que tuvo la delicadeza de recibirnos con el regalo de una moto-carga que todavía tenía embalada en el obispado. Como todavía no teníamos habilitada la casa donde debíamos ir, estuvimos alrededor de un mes en casa de las Hnas. de la Asunción, quienes nos acogieron con mucho cariño y me ayudaron en el manejo de la moto-carga.

    Desde allí comenzamos una de nuestras tareas. Angelelli me nombró directora del equipo diocesano de catequesis y nos encomendó la formación de los catequistas. Junto con el equipo iniciamos una Escuela de Catequesis y con Estela dábamos clases en la misma. (Yo venía con la experiencia del ICLA (Instituto de Catequesis Latinoamericano y de haberme ocupado de la Escuela de Catequesis de San Isidro). También comencé trabajando en la recepción del Obispado, por esto se nos hacía un aporte.

Y ... comenzamos nuestra inserción  en el Barrio Benjamín Rincón, zona sur de la ciudad de La Rioja

    Una vez puesta en condiciones la casa que se nos había destinado en el Barrio Benjamín Rincón, nos trasladamos a la misma. Esta casa formaba parte de una manzana de casas hogar y el gobierno se la adjudicó al Obispado. Como había estado un tanto abandonada, se habían robado los artefactos sanitarios y, como estaba al lado de una cancha, los jóvenes la habían utilizado como baño. Tuvieron que ir los bomberos para hacer una primera limpieza. Luego, con la ayuda de los jóvenes de la Parroquia Nuestro Señor del Milagro, la fuimos poniendo en condiciones. Solano Díaz, párroco en ese tiempo, nos proveyó de bancos y pupitres para la catequesis y otras reuniones. Y Paco, un querido amigo español, vecino nuestro, nos proveyó de sillas que estaban en desuso en el Centro Español. Yo las pinté… y duraron varios años. Después Chía y Hans, otros amigos muy queridos y que nos habían adoptado, nos dieron un calentador y un catre de campaña, donde dormí por un tiempo. Después se fueron sumando cortinas, donación de otra familia y otras cosas que fueron necesarias. La Congregación de a poco también nos fue proveyendo de lo necesario: una mesa para el living, heladera, etc.

    Empezamos apoyando una cooperativa de viviendas en uno de los barrios cercanos más pobres en los que las familias vivían en ranchos de adobe. Con la el trabajo de la cooperativa y ayuda del gobierno se lograron la construcción de 40 casas que fueron adjudicadas a esas familias. Mons. Angelelli las bendijo. Como había mucha gente sin trabajo, iniciamos una cooperativa de trabajo de construcción de ladrillos de cemento. Este trabajo se realizó en el terreno del fondo de nuestra casa. Con apoyo de algunos amigos se comenzó con la compra de material y herramientas, luego la misma cooperativa fue solventando los gastos. Para paliar las necesidades que había, también se apoyó una cooperativa de consumo que funcionaba en el mismo barrio Córdoba Sud. Mientras tanto visitábamos las familias, y fuimos acogiendo en nuestra casa la catequesis familiar y la atención de un grupo juvenil.

    En el transcurso del año, se integró Cleonisia, después que se cerró la casa de Concordia. Como tenía dificultades de salud, hubo momentos que tuvo que ser tratada en Bs. As. Al año siguiente se integró Aída Cabral que llegaba de Mejillones (Chile). En el momento que llega Aída, Estela regresa a Bs. As. y hace la opción de dejar la Compañía. Fue un tiempo difícil, Cleo se encontraba en Bs. As. y quedé solo con Aída Cabral que buscaba una comunidad fuerte. Recuerdo que Mons. Angelelli me preguntó: “Y ¿ustedes también se van a ir?”… Ya había tenido experiencia con otra comunidad que les había sucedido lo mismo.


lunes, 19 de junio de 2023

Noticias de las Hermanas de la Compañía del Divino Maestro en la fundación de la Universidad Católica del Norte.

 


Este artículo fue publicado en Tierra Nueva, Año 13, Nº 13, 2016, pp. 15-23.

ISBN:0718-0845

Las fotografías pertenecen al archivo de la congregación Compañía del Divino Maestro.


Marta Cayo Morales c.d.m.

ORCID: 0000-0002-5061-7282


Resumen: Tomando como fuente de información las Crónicas, el Libro de Actas del Consejo Local y el Cuaderno de Visitas Canónicas de la Comunidad, se relata el origen de la presencia de la Congregación Compañía del Divino Maestro y su aporte a la fundación de la Universidad del Norte, hoy, Universidad Católica del Norte.



En el frente del Hogar Universitario Regina Mundi, en  Poupin 1164, 
las hermanas María Carlota Loza, Haydeé Alcócer, Lía Torricela, 
María Teresa Chandía, Laura Elsa Abud, María Pascuala Eyzaguirre
 y algunas residentes. Foto tomada en los primeros años de la década del 60'.

De acuerdo con el relato de la hermana Jane Mary Gibson c.d.m., corría año 1957 cuando la Fundadora de la Congregación Compañía del Divino Maestro, Madre Natalia Montes de Oca c.d.m., recibe una carta del entonces Obispo de Antofagasta, Don Francisco de Borja Valenzuela Ríos, en la que, le recordaba cómo, siendo sacerdote en Rancagua, había llevado la noticia a Elsa Abud Yáñez de una nueva congregación en Argentina que calzaba perfectamente con su perfil humano y vocacional. Elsa, sin dudarlo dos veces, escribió a la Fundadora, fue admitida y se convierte así en la primera religiosa chilena de la Compañía del Divino Maestro. Tras ella partieron otras, también ligadas a la iglesia de Rancagua: Jane Mary Gibson, María Teresa Chandía, María Dolores Cruzat. Monseñor Francisco de Borja se sentía con derechos, y de alguna manera, le pedía una vuelta de mano.

jueves, 11 de mayo de 2023

                SEMBLANZA DE NATALIA MONTES DE OCA 

Introducción

El día 8 de mayo celebramos la pascua de Natalia, con memoria agradecida la recordamos como una de las iniciadoras en favor de la formación integral de la mujer a nivel cultural y teológico. Compartimos por lo tanto un artículo de María Laura Roger CDM, publicado en “PERSONALIDADES  RELIGIOSAS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES”, Hombres y mujeres creyentes que dejaron su huella. Buenos Aires, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2012.

Su vida y su obra

Natalia Montes de Oca nace en Buenos Aires el 9 de noviembre de l895. Su padre fue Manuel Montes de Oca y su madre Amelia Ramírez. Son cuatro los hermanos: Sara, Sra. de Cárdenas, quien a su vez tuvo tres hijos, entre ellos un obispo y un sacerdote; Julita, que muere muy joven; María Amelia, que ingresa en la Congregación de las Franciscanas Misioneras de María, desarrollando su servicio misionero en la India y Pakistán hasta su fallecimiento en 1978; Octavio, quien muere a los 7 años en Inglaterra.

El padre de Natalia era diplomático y a causa de esto la familia recorre muchas  partes del mundo, lo que permite a Natalia familiarizarse con las distintas culturas y conocer varios idiomas que domina a la perfección. Por los continuos viajes no concurre a la escuela, recibe instrucción de institutrices. Desde joven tiene deseos de consagrarse a Dios, con una fuerte inclinación a la vida contemplativa. Por razones familiares pospone esos anhelos y se dedica a cuidar de los suyos.  Acompaña y secunda a su padre, tanto en sus tareas como en sus viajes. Más tarde asistirá a su madre en una penosa y larga enfermedad.

En la década del 30 se vive en la Argentina la llamada “Década Infame”, con una sucesión de gobiernos autoritarios. En cuanto a las ideas reinantes, es un tiempo de “Ilustración”, con primacía absoluta de la razón, como única fuente de conocimiento y de progreso para la humanidad. Se combate cualquier otro conocimiento que se trasmita por tradición o por una comunidad de memoria. En el plano de la política, esta mentalidad se plasma en el laicismo, que busca independizar al pueblo de toda influencia religiosa.

Los hechos claves en esta época eclesiales son: la creación y auge de la Acción Católica Argentina (1931); la respuesta popular multitudinaria al Congreso Eucarístico Internacional de Buenos Aires (Octubre de 1934); el comienzo de la creación de nuevas diócesis; la actividad de agrupaciones y revistas católicas de alto nivel cultural. Se comprueban dos cosas muy importantes: por un lado un vasto sector del pueblo permanece indemne a la acción corrosiva de la enseñanza laica y de la propaganda antirreligiosa y, por el otro, por primera vez los intelectuales católicos se interesan en el estudio de las disciplinas eclesiásticas, promueven un catolicismo menos convencional, más cercano al Evangelio, a la vida sacramental y a la liturgia.


Rasgos característicos de su personalidad

Estos rasgos van influyendo en la personalidad de Natalia, quien manifiesta un amor de amistad con Jesús Maestro; con entrañas de misericordia se acerca a las personas  solas y desamparadas, tiene una mirada de aprecio por las realidades temporales; descubre que ha llegado “la hora de la mujer” como protagonista de la vida de la Iglesia  y de la sociedad. Las artes y las letras tienen un lugar importante en la vida de Natalia. Participa de una asociación de escritoras católicas, colabora con artículos en diversas revistas de la época, traduce del inglés la novela “Hombre-vida” de G.K. Chesterton. Escribe poesías y coros hablados, que luego pondrá en escena con hermanas y alumnas. Su sensibilidad artística se plasma en numerosos  crucifijos, imágenes de Jesús como Maestro, de su Madre la Virgen María y de las mujeres que acompañaron el anuncio del Reino.

 

sábado, 6 de mayo de 2023

 Retomamos el camino

Las hermanas de la Compañía del Divino Maestro este año celebramos el Capítulo General, nombre que damos a la Asamblea en la que buscamos juntas los que Dios quiere para nosotras y quiere que propongamos a todo aquella persona que se siente identificada con este carisma, para vivir en su seguimiento en estos próximos cuatro años.

Para ello, revisamos lo vivido en el periodo que terminamos, llenos de acontecimientos para nosotras y para el mundo, que nos han afectado tan profundamente porque, una vez más, constatamos que junto a Jesús corremos la suerte de todos los seres. Vivimos la pasión del Reino y la alegría de su presencia resucitada en medio nuestro. 

Nuestro altar, con tantos nombres de hermanas, laicas y laicos que son y han sido importantes en nuestro caminar, bajo la presidencia de nuestra Madre, primera compañera de Jesús.
Llenas de esperanza, bien paradas en nuestra realidad, nos proyectamos al futuro, y decidimos retomar caminos interrumpidos por las circunstancias, pero que valoramos como intuiciones del Espíritu. Uno de ellos es este blog, que quiere ser un medio para compartir con todas, todos y todes, la riqueza que Dios ofrece hoy desde su Compañía del Divino Maestro, compañeras y compañeras de camino en el seguimiento de Jesús aquí y ahora.

Siéntanse invitadas a participar de este blog todas aquellas personas que sientan que Dios las llamó a compartir este carisma de servicio al mundo y la iglesia.

Las hermanas capitulares

miércoles, 3 de mayo de 2023

Instituto de Cultura Religiosa Superior 
1933-2023 
90 años 

Pastoral Ciudad 

La Pastoral Ciudad se inserta en el camino que a lo largo del tiempo fue realizando el Instituto, conscientes que cada época tiene su impronta propia. La nuestra, a nivel eclesial, se encuentra marcada por el Vaticano II. Siguiendo esta tradición, buscamos proyectar la dinámica del Instituto desde la perspectiva pastoral de la ciudad, como un ámbito que nos permita generar espacios de búsqueda y diálogo, a partir de la pluralidad que conforma la existencia humana.

El principio de encarnación nos confronta con el Dios hecho historia, acontecimiento; buscar a Dios es encontrarnos con la realidad del ser humano, varón y mujer. Queremos ofrecer este servicio junto con los hombres y mujeres de nuestra sociedad, desde una fe inserta en la cultura y en la realidad socio – política; a través de diversos espacios de búsqueda creativa: el ámbito de Fe–Teología, de Espiritualidad, de Arte–Cultura, de la realidad Socio–Política y el de la Solidaridad. 

Este camino lo realizamos en identidad con el carisma cdm (Compañía del Divino Maestro): la búsqueda de la Verdad, en un mundo donde vamos descubriendo las semillas del Verbo en las persona y en los acontecimientos que lo van configurando. 

El Instituto de Cultura Religiosa Superior 
Un poco de historia 

El Instituto de Cultura Religiosa Superior surge en la ciudad de Buenos Aires, en la década de 1930, en el llamado período entre guerras. Época en que la Iglesia Católica va asumiendo de modo militante el movimiento político, social y cultural de la sociedad del siglo XX, desde diversas perspectivas. En el seno de la Acción Católica, el laicado va tomando conciencia de su rol militante en la transformación del mundo. No sólo la acción va adquiriendo relevancia, sino también, y de modo significativo, la formación intelectual. En la Rama Femenina de la Acción Católica se despierta el interés por el estudio intelectual, reservado hasta ese momento para los varones. La iniciativa del Cardenal Copello, arzobispo de Buenos Aires, y de Natalia Montes de Oca al fundar el Instituto de Cultura Religiosa Superior en 1933, se orienta especialmente hacia la formación de las mujeres, la cual no queda limitada sólo al aspecto religioso, sino también al ámbito social, cultural, artístico. 

Las actividades del Instituto se fueron expandiendo con la creación del Profesorado de Religión y Moral y la fundación, en 1939 de la Librería y de la Biblioteca. Se creó también la Escuela de Asistencia Social, primera escuela de este tipo que surge en el ámbito católico. La misma comenzó a funcionar en 1940 con el objetivo explícito de “formar mujeres técnica, científica y cristianamente capacitadas para actuar oficialmente como Asistentes Sociales en organismos de beneficencia, organizaciones y agrupaciones obreras, servicios penitenciarios, hospitalarios, etc.”. (Archivo ICRS). El movimiento generado en el Instituto indica la prioridad que adquirió la formación intelectual de las mujeres en general y de las religiosas en particular. A partir del año 1956 se abrieron las puertas del Instituto también a los varones. 

Durante las décadas de los años 40 y 50 el Instituto siguió ampliando sus actividades con la creación de la Escuela de Ciencias Sagradas y la Escuela de Relaciones Humanas y se organizaron los Departamentos de Estudios Bíblicos y de Cultura Occidental Contemporánea. Se dictaron cursos de Antropología filosófica, Historia del Arte y Arte cerámico. En 1949 se creó el Ateneo Femenino orientado a llevar adelante actividades culturales, sociales y deportivas, juntamente con el Cine, en el cual se realizaron funciones tanto para adultos como para niños, además de encuentros de Cine Debate. Luego se inició la escuela de Cerámica, y posteriormente el Taller de Arte Sacro. 

En las décadas de los años 30 a 50 el Instituto posibilitó la apertura, sobre todo para las mujeres, de un ámbito de formación superior, en el siguiente período, entre años los 60 y 80, se fue convirtiendo en un espacio privilegiado de búsqueda y reflexión, no sólo del ámbito eclesial, sino también cultural, social y político, en una etapa nacional y mundial controvertida. El Instituto se hizo eco de los desafíos que presentó la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano reunida en Medellín, Colombia (1968), y fue también un lugar propicio para las reuniones en torno a la preparación de la III Conferencia realizada en Puebla, México (1979); cuyos temas relevantes giraron en torno a la justicia, la opción por los pobres, la cultura, la religiosidad popular. La publicación de la revista SEDOI (Servicio de Documentación e Información) tuvo como finalidad recoger y divulgar la reflexión, tanto de obispos, teólogos, como del aporte surgido de los encuentros eclesiales que gestaron este proceso. 

El Instituto se ha caracterizado por su fuerte sello humanista y pluralista, materializado tanto a través de sus diversas actividades, cursos, charlas, exposiciones, como en el material bibliográfico con que cuentan la Biblioteca y la Librería. Su impronta quiso ser siempre la de albergar las diversas inquietudes y reflexiones de una sociedad en permanente cambio, alentando la búsqueda compartida de mujeres y varones, tanto del ámbito religioso como civil, desde una fe inserta en el mundo. 

BIBLIOTECA DEL INSTITUTO 

La Biblioteca del Instituto se fundó en 1939 para prestar un servicio al alumnado de las carreras que se dictaban en el Instituto de Cultura Religiosa Superior. Posteriormente se hizo extensivo, en un primer momento a otras mujeres interesadas en la consulta e investigación de temas humanísticos, y en la década del 50 se abrió el espacio también a los varones. El material bibliográfico de consulta corresponde a las siguientes materias: Teología, Filosofía, Psicología, Sociología, Trabajo Social, Pedagogía, Política, Literatura, Arte. Si bien este material no se encuentra totalmente actualizado, favorece la investigación de algunas temáticas que marcaron significativamente distintas épocas. Cuenta también con una Hemeroteca, que aborda materias de Teología, Pastoral, Biblia, Catequesis, Actualidad eclesial, además de Filosofía, Letras. 

LIBRERÍA DEL INSTITUTO 

Fundada en 1939 con la misma finalidad inicial de la Biblioteca, fue ampliando las áreas humanísticas, además de Filosofía, Teología, Catequesis, Espiritualidad, Biblia, fue incorporando Literatura, Arte, Psicología, Educación, Política, Trabajo Social. Cuenta también con un espacio de Santería. 

TALLER DE ARTE SACRO 

El Taller surge con el deseo de albergar las búsquedas creativas en un ámbito significativo del arte. Se inicia en el año 1976 con el nombre de Taller de Arte Religioso, incorporando en un primer momento en su propuesta todas las técnicas artísticas. Al año siguiente, en 1977, se define como Taller de Arte Sacro, acotando las disciplinas a las áreas de dibujo, pintura y grabado. ÁREA DE YOGA Por el año 1968, el entonces Ateneo del Instituto buscaba caminos para una formación integral de la mujer, algo que liberando el espíritu fuera más allá de un trabajo corporal, favoreciendo el bienestar y la paz interior, surge así la propuesta de la técnica del Yoga. Estas clases fueron acompañadas a lo largo del tiempo por espacios de formación, charlas con profesores invitados y momentos de meditación. 

NUEVOS ESPACIOS ABIERTOS: CICLO DE TEOLOGÍA EN DIÁLOGO / EL CAMINO DEL PUEBLO EN LA BIBLIA / LA HISTORIA QUE CONSTRUIMOS / EXPOARTE / COSMOVISIÓN DE LAS RELIGIONES

Cristina De Piero, cdm