martes, 1 de agosto de 2023

 

1ra PARTE

EL INSTITUTO DE CULTURA RELIGIOSA SUPERIOR,   INSTITUCIÓN PARADIGMÁTICA EN LA ARGENTINA (1966-1983).

María Laura Roger CDM


  ESPACIOS que condicionaron la vida de los consagrados, animados por ellos en esos difíciles años.

2)   El Instituto de Cultura Religiosa Superior

2.1. ¿Qué es el ICRS?

2.2.¿Cómo se estructura?

2.3. ¿Qué ofrecía el ICRS esos años?

2.4. ¿Qué espíritu animaba el ICRS?

2.4.1.Folletos

2.4.1.1. Folleto del ICRS:

2.4.1.2.Folleto de la Escuela de Ciencias Sagradas:

2.5. Debate sobre la Escuela de Relaciones Humanas.

2.6. La revista SEDOI.

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La Real Academia define “paradigma” como “conjunto de unidades que pueden sustituir a otra en un mismo contexto porque cumplen la misma función”. Es un arquetipo, un ejemplar: algo que representa a otras situaciones que se le asemejan. Consideramos el caso del Instituto de Cultura Religiosa Superior paradigmático en cuanto que, en medio de la difícil situación que atravesaba la Argentina en los años del terrorismo de Estado, realizó proyectos significativos en la formación, la acogida y la animación de la renovación que proponía a la vida consagrada y a la Iglesia, el Vaticano II y fue un espacio significativo para muchos que encontraron allí contención y ayuda.

1) ESPACIOS que condicionaron la vida de los consagrados, animados por ellos en esos difíciles años.

Cuando hablamos de espacios tenemos que aclarar a que nos estamos refiriendo. La historia, y de eso se trata nuestro esfuerzo, es el encuentro de dos libertades, la del hombre y la de Dios, en medio de las coordenadas espacio-temporales.

El término “espacio” tiene distintas interpretaciones según la disciplina que lo aborde y la reflexión de quien la cultiva.

En nuestro caso, entenderemos espacio como algo distinto de lugar.

“Un lugar implica “una indicación de estabilidad”; “el espacio es un cruce de entidades móviles”; “el espacio es un lugar practicado”.

La distinción entre lugar y espacio atribuye al primero características ordenadas e inalterables, mientras que el segundo no tiene “ni la univocidad ni la estabilidad de algo circunscrito”; se presenta como “un cruce de entidades móviles”, en pocas palabras: “es un lugar practicado”. Dentro de este teatro de posibilidades ilimitadas, todos y cada uno pueden contribuir al nacimiento de un “pulular creativo”, motor de aquella pluralidad cultural que es la barrera indispensable contra cualquier tentación autoritaria”1

Nuestro trabajo se refiere a un tiempo determinado: años 1966-1983 y a un lugar determinado: Argentina. Esta nación se convirtió en un lugar donde reinó la dictadura militar y se desarrolló el terrorismo de Estado.

Sin embargo, misteriosamente, en medio de esta realidad, hubo enclaves o intersticios donde se animó la vida y se formaron las personas en orden a sostener la fe, el amor y en la esperanza.

“A la vez, estos espacios institucionales2 convivían con reuniones informales como charlas, retiros y conferencias que congregaban a actores de distintas pertenencias institucionales, con participación de grupos diversos y, en ocasiones, deseosos de encontrar un grupo o referente con quien sentirse más identificados para orientar sus propias carreras eclesiásticas. En este sentido, los retiros espirituales dirigidos por Arturo Paoli o Francisco Jalics, las charlas con Mamerto Menapace en el monasterio de Los Toldos, las conferencias dadas en Casa Nazaret, en torno al Centro de Justicia y Paz, o las charlas convocadas en el Instituto de Cultura Religiosa Superior fueron memorables para muchos de los protagonistas de este libro. Para algunos de ellos, estos espacios resultaron cruciales para reorientar la carrera vital en momentos de incertidumbre o pérdida de sentido de las estructuras en las que estaban insertos”3.

Si bien Cattogio está refiriéndose a la incidencia que tuvieron esos espacios en el clero, podemos considerar sus afirmaciones extensivas a otros protagonistas de la época.

Llama la atención que todos los espacios nombrados por Cattogio fueron animados y sostenidos por religiosos. En el caso del Instituto de Cultura Religiosa Superior las que estuvieron al frente de la obra fueron mujeres religiosas.

Aquí nos ceñiremos a las áreas la Capital Federal (CABA) y a la provincia de Buenos Aires. Queda pendiente para el futuro poder explorar otros espacios a lo largo y ancho de la Argentina que también resistieron la barbarie del terrorismo de estado.

2) El Instituto de Cultura Religiosa Superior

De los espacios “practicados” observaremos con más detenimiento al Instituto de Cultura Religiosa Superior (En adelante: ICRS). A lo largo de la investigación nos llamó la atención las muchas veces que se lo menciona en los testimonios y en las publicaciones. Citamos aquí solo algunos libros en los que aparece.4 En ellos se nombra al ICRS frecuentemente como lugar de encuentro o de formación. Repetidas veces referido a los padres Carlos Mugica y Alberto Carbone. También indicando a personas que actuaron o trabajaron allí. Y como un acontecimiento muy significativo por las amenazas y atentados que sufrió. Este espacio pertenece a una congregación religiosa femenina, la Compañía del Divino Maestro (en adelante: CDM). Desde su fundación ha sido animado por mujeres. En la época que nos ocupa era uno de los pocos espacios que tenía esta característica.

El origen del ICRS tuvo lugar el 3 de mayo de 1933, cuando el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, Monseñor Santiago Luis Copello lo fundó, “para la formación intelectual y espiritual de las socias -especialmente las socias dirigentes- de la Acción Católica Argentina”. De este modo la teología se hace por primera vez en Buenos Aires asequible a las mujeres. Su sede definitiva está situada en Rodríguez Peña 1054, CABA.

El 28 de enero de 1943 se funda la Compañía del Divino Maestro, congregación que surge como respuesta concreta a la necesidad de consolidar el impulso de los estudios teológicos brindados por primera vez a la mujer, cuyo primer paso había sido la fundación del ICRS. A medida que pasó el tiempo, esta acción pastoral se extendió. Las destinatarias principales fueron las mujeres pero con el ánimo de llegar a todos a través de ellas.5 En el tiempo de nuestro estudio ya se había dado una cierta apertura, asistiendo a la casa mujeres pero también varones, religiosas/os y también laicos/as.

2.1. ¿Qué es el ICRS?6

Según dice un folleto de la época se trata de “Un llamado a una reflexión sincera, a una investigación auténtica, a un compromiso vital ante el Misterio de Cristo y su Iglesia, para este momento crucial de la historia”.

Destaquemos que se define al ICRS como un lugar de convocatoria a un compromiso con Cristo y su Iglesia y por extensión, un compromiso con este momento crucial de la historia. Se entiende que es una convocatoria a vivir la fe encarnada, lejos de cualquier espiritualismo, fundados en que Jesucristo es el Señor de la historia. Es un llamado a buscar la “Verdad total que está en Jesucristo y es Jesucristo”7

2.2.¿Cómo se estructura?

El ICRS se presenta en la época como un lugar donde convergen distintas escuelas y disciplinas:

• Escuela de Ciencias Sagradas

• Departamento de Estudios Bíblicos

• Escuela de Servicio Social

• Escuela de Relaciones Humanas

• Historia del Arte

• Cultura Occidental Contemporánea

• Literatura Moderna

• Antropología Filosófica

• Seminario de Teatro

Además de las áreas académicas, el ICRS contaba con un ateneo deportivo para niñas y jóvenes; yoga impartido por profesoras discípulas del padre Ismael Quiles,s.j, egresadas de la Universidad del Salvador; una biblioteca con abundante material de las carreras y escuelas que funcionaban allí; una librería religiosa; un salón de té abierto a la comunidad; el aula magna que funcionaba como una sala multipropósito; una capilla para la oración, en la que se celebraba diariamente la Eucaristía, incluso los domingos.

El ICRS, como dijimos, era animado por las hermanas de la Compañía del Divino Maestro. Tenía una directora religiosa, que con un equipo directivo y el asesor teológico nombrado por el Arzobispo de Buenos Aires, se ocupaba de la totalidad de las secciones y actividades que ser desarrollaban en el mismo. En cuanto a la Escuela de Ciencias Sagradas tenía un director, cargo que siempre ocupaba alguno de los profesores de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA).

2.3. ¿Qué ofrecía el ICRS esos años?

Un recorrido por la programación de la Escuela de Ciencias Sagradas de esos años nos da una idea de qué tipo de formación se daba allí:

Un primer grupo de actividades tiene que ver con los cursos y ciclos que se fueron desarrollando a medida que acontecía el Concilio Vaticano II. A modo de ejemplo mencionamos:

+ Constitución Pastoral Gaudium et Spes, esquema XIII: ciclos de estudio llevado a cabo entre la Universidad Católica Argentina (UCA) y el ICRS, cuyos profesores fueron los padres Mandrioni, Croatto, Tello, Ferrara, Gelman, Chiesa y el doctor Emilio Komar;

+ Constitución Dogmática Dei Verbum: conferencias a cargo de los profesores del Departamento de Estudios Bíblicos del ICRS: Severino Croatto,cm; Mateo Perdía,cp; Ricardo Ferrara, Diego Losada,msf; Ignacio Vicentini,sj; Jorge Mejía.

+ Constitución Dogmática Lumen Gentium: Curso a cargo de los profesores Miguel Mascialino, Ricardo Ferrara, Alfredo Chiesa, Rafael Tello, Carmelo Giaquinta, Domingo Basso.

+ Constitución sobre la Sagrada Liturgia: curso intensivo desarrollado por la Comisión Episcopal de Liturgia.

- También estuvieron presentes en la reflexión de esos años otros documentos del Magisterio universal:

la encíclica Populorum Progressio. “Análisis de su enfoque socio-económico” fue el título de la conferencia en ocasión del día de la Asistente Social, organizada por las egresadas de dicha escuela. (1967).

Sínodo Mundial de Obispos “La justicia en el mundo” Esquema de los temas a tratar en el próximo Sínodo mundial de la Iglesia. A cargo del padre Alberto Sily,sj (1971)…..

- Abundan las iniciativas que tienen que ver con el Magisterio Latinoamericano y con la reflexión original que se va gestando en nuestros países acerca de esas temáticas. Por ejemplo:

▪ Curso: La pastoral en la transformación de América Latina a cargo de los padres Gera y Tello.

▪ Curso: La justicia desde la perspectiva de la Teología de la Liberación a cargo del padre Eduardo González.

▪ Curso sobre Religiosidad Popular a cargo del padre Juan Filipuzzi.

▪ Ciclo de Evangelización en relación a la cultura: Evangelización y cultura en la perspectiva de América Latina; el Evangelio como proceso histórico, Evangelización y cultura nacional.

▪ Cursos sobre la historia de la Iglesia en América Latina. Se empieza a atender la historia de la Iglesia Latinoamericana y Argentina. Por ejemplo en 1974 el padre Rubén Garcia,sdb dicta el curso Historia de la Iglesia en el Nuevo Mundo o también Presencia de la Iglesia en el proceso histórico argentino desde 1810 a nuestros días.

▪ En el quinto aniversario del documento de Medellín se organiza un Seminario sobre Pastoral Popular en San Miguel, Pcia. De Buenos Aires. (1973)

▪ Seminario de Estudio del Documento de Puebla. (9 al 13 julio 1979)

- Junto con estas temáticas, paralelamente se tratan cuestiones que tienen que ver con lo social, lo político, lo económico. A modo de ejemplo citamos

+ Curso El modelo alternativo de desarrollo autónomo en la Argentina. (abril-octubre 1971);

+ Curso Dependencias y búsquedas de liberación en el proceso histórico argentino (agosto-noviembre 1972). Profesores José María Rosa, Fermín Chávez, Félix Luna,…

+ Reuniones de reflexión: “Realidad latinoamericana en la perspectiva de la liberación y unidad de nuestro pueblo”. Coordinados por Carlos Eroles. (1974).

+ Los últimos años de la dictadura militar, en el proceso de apertura democrática, la Comisión Nacional de Justicia y Paz del Episcopado Argentino organizó junto con el ICRS una serie de seminarios, muchos de los cuales luego fueron publicados en la revista SEDOI. Trataremos de esto al hablar de publicaciones.

 

- Desde sus orígenes, la Compañía del Divino Maestro estuvo presente en las iniciativas referidas a la Vida Religiosa. Las hermanas integraron la Junta de Religiosas desde los tiempos de COSMARAS (Consejo de Superiores Mayores Religiosas). En el ICRS se realizaron variados cursos de formación inicial animados por CONFER (Conferencia Argentina de Religiosas) y diversas propuestas de actualización y formación permanente para religiosas.

- Capítulo aparte merecerían las actividades de formación catequística, bíblica, literaria, referida a los medios de comunicación social, muchas de las cuales eran llevadas a cabo por profesoras mujeres, religiosas y laicas. Nombramos aquí algunas de ellas: Angélica Knack Peuser, Celia Velazco Blanco, Inés Ham, Inés Ordoñez de Lanús, Isabel Las Heras, Alicia Brunello, María Josefina Llach, Haydée Bouzada.

2.4. ¿Qué espíritu animaba el ICRS?

Presentamos dos materiales que pueden ayudar a comprender cuál era el espíritu que animaba las obras del ICRS, que no era otro distinto del que reinaba en la sociedad y en la Iglesia en general. En primer lugar presentamos dos folletos que pueden ayudar a entender el espíritu que animaba la obra en esos años y seguidamente recogemos el debate de las hermanas de la CDM en cuanto a la Escuela de Relaciones Humanas y lo que debían hacer respecto de ella en esa época histórica eclesial y nacional.

2.4.1.Folletos

2.4.1.1. Folleto del ICRS:

Mientras esperamos que Buenos Aires, como las grandes ciudades europeas cuente con su facultad de Teología abierta a todos, el ICRS te ofrece la posibilidad de profundizar tu fe.

En este diálogo la Iglesia se esfuerza por asimilar los auténticos valores humanos (GS 55). Para colaborar con la obra creadora de Dios, para transformar el mundo, el primer esfuerzo es el del pensamiento, porque para lograr la armonía de los hechos es preciso que preexista una concepción realista de ella. Esta armonía, esta síntesis, ha de estar vivificada por la teología, que es la presencia de la fe en la cultura, en la sociología, en la economía, EN EL MUNDO. Es la luz de Dios cayendo verticalmente sobre nuestro mundo y abriéndose horizontalmente. El laico, por su definición, está abierto para interpretar con sentido cristiano, el mundo de las realidades terrenas (LG Capítulo IV y GS 62). El Concilio no pide solamente laicos catequistas, sino también laicos capaces de ser profesores de teología, especialistas en Sagradas Escrituras, en Liturgia hasta llegar a manifestar el deseo de vida nueva y se dediquen exclusivamente a esta tarea” (GS 62).

Como se puede apreciar en este texto, el deseo del ICRS es que la teología se abra a todos. En consonancia con el Concilio Vaticano II se propone una teología que se encuentre con la cultura, la sociología…que se haga ciudadana del mundo. Y que esté en manos de todos, también de los laicos, de los cuales se busca puedan alcanzar la madurez humana y cristiana y de este modo, poder brindar su aporte original y único a la Iglesia y a la sociedad.

2.4.1.2.Folleto de la Escuela de Ciencias Sagradas:

“La Escuela de Ciencias Sagradas se propone con los cursos que organiza contribuir al esfuerzo de reflexión que muchos cristianos de hoy desean realizar a partir de su fe. Por una parte los cursos quieren ofrecer la posibilidad de acceder al conocimiento de algunos elementos y tópicos bíblicos, históricos y filosóficos que se integran en el marco de reflexión teológica con perspectiva pastoral y/o catequística.

Por otra parte la perspectiva pastoral o catequística lleva a recoger los interrogantes que la experiencia vital de cada uno y el proceso histórico que vivimos presentan a la fe cristiana. Algunos de esos interrogantes surgen de la experiencia de la relación familiar, o de la pertenencia, a veces conflictiva, a la Iglesia; o bien de una búsqueda por integrar al compromiso de la fe, la responsabilidad histórica, cultural y política; surgen también de nuestra pertenencia a un pueblo cuya experiencia histórica ha modelado su conciencia de un modo particularmente sensible a los valores de la libertad y la justicia.

El horizonte de inquietud y búsqueda que ofrecen estos interrogantes, u otros semejantes, es lo que dará unidad a cursos que conservan su diversidad científica, temática y metodológica.

Este intento de ofrecer posibilidades y receptar interrogantes vivenciales e históricos nos llevó a ampliar nuestras actividades, para facilitar que más gente, principalmente del interior del país, se beneficiara con nuestro aporte y nos enriqueciera y estimulara con el suyo. Para ello, además de los cursos detallados en este folleto, hemos organizado:

a) Cursos intensivos de verano, ejemplo: sobre Biblia, catequesis, “Control de natalidad”.

b) Cursillos en distintos lugares del país, dictados por profesores de la Escuela a pedido de instituciones interesadas, ejemplo: Biblia y Catequesis dictados por la Srta. Graciela Mercadé y el P. Enzo Giutozzi en Avellaneda, Santa Fe.”

Según lo anterior, la Escuela de Ciencias Sagradas muestra un perfil propio. Pretende hacer una teología pastoral y catequística respondiendo a los interrogantes y preocupaciones de la pertenencia a la familia, a la Iglesia, al pueblo. Se nota la comprensión de la teología como un diálogo entre Dios y los hombres, como decía Monseñor Angelelli en este tiempo “un oído a Dios y otro al Evangelio”. Se nota también el énfasis en señalar al cristiano como ser social, perteneciente a distintos ámbitos de referencia y acción.

El ICRS quiere abrirse a todos y por ello busca estrategias como los cursos intensivos de verano y los cursos al interior del país.

2.5. Debate sobre la Escuela de Relaciones Humanas.

El debate se centra en la continuidad o no de la Escuela de Relaciones Humanas como obra animada por la CDM. Las hermanas del Consejo General han recogido la opinión de las comunidades para considerar el asunto. Cito algunas de las expresiones porque pueden ayudar a comprender el clima de época8.

▪ “El ICRS no debe mantener la estructura de escuelas porque impide volver al carisma original y abrirse a nuevas formas más populares, aprovechando la originalidad de no poseer una estructura académica burocratizada”;

▪ “Creemos que no debe descartarse el trabajo con elites, pero serán las que surjan del pueblo o que estén en una interacción con el pueblo, reflexionando la realidad desde la fe”;

▪ “El ICRS quiere optar por una línea de pastoral popular. ¿Cómo hablar para que una escuela que se define en una línea liberal, pueda hacer el giro necesario?;

▪ Surge la pregunta: “La CDM, ¿tiene algo que dar en el campo de la economía?

Como se puede advertir, la reflexión se da en el ámbito de oposiciones: Estructura de escuelas vs. Carisma original; trabajo con elites vs. trabajo con el pueblo; línea liberal vs. línea de pastoral popular; Teología vs. Economía.

En esta etapa se está muy lejos de una síntesis superadora.

Cabría preguntarse si no existe un cierto anti intelectualismo en una congregación que por su carisma está dedicada al estudio teológico. Este rechazo por lo académico, por lo sistemático marca un espíritu de época. Es el tiempo de la acción, de la voluntad más que del intelecto. “En sintonía con el anti intelectualismo de los años setenta, estos actores manifestaban un abierto desprecio por el trabajo intelectual, al cual tenían un acceso privilegiado por su condición de ‘intelectuales tradicionales’ al decir de Antonio Gransci” 9 .

Sin embargo parece necesario destacar que, en ciertos casos, más que anti intelectualismo podría pensarse en un esfuerzo por volver a las actitudes del Evangelio buscando que la “ilustración” no sea un obstáculo sino un don a ser compartido. “Después del Concilio, cuando fuimos a los barrios, no pensamos en llevar conocimiento. La intención era convivir y aprender. Centradas en Rodríguez Peña, comenzamos a abrirnos y de ahí salimos para La Rioja, y barrios como Hurlingham (diócesis de Morón) y Manuelita (San Miguel)….”10

2.6. La revista SEDOI.

El Instituto publicó la revista “Servicio de documentación e información” entre 1974 y 1994 (aprox.). Trataba temas monográficos de autores calificados, temas centrados en los intereses del contexto eclesial, de Latinoamérica y de nuestro país. Aportamos aquí como testimonio, algunos temas y autores. El P. Lucio Gera, por ejemplo, escribió sobre “La fe en un mundo en crisis” (61/1981) así como “Elementos para una espiritualidad del trabajo” a raíz de la encíclica Laborem Excercens de Juan Pablo II (85/1985); Hernán Alessandri “De Medellín a Puebla: los nuevos acentos” (41/1979).

El Equipo Argentino de Pastoral, “Aportes para una reflexión sobre Religiosidad” (9-10/1975); Ricardo Ferrara aportó “Verdad sobre Cristo y el Hombre en el documento de Puebla” (39/1979; Carlos Galli publicó en ella un capítulo de su tesis: “La encarnación del Pueblo de Dios en la Iglesia y en la eclesiología latinoamericanas” (125/1994). En ese año dirigía la revista la H. Hilda Carboni, cdm. Anteriormente la directora había sido la H. Victorina María Lacaze cdm, y el asesor editorial Ignacio Palacios Videla.

La publicación tenía como “objetivo presentar periódicamente materiales aptos para la reflexión, la iluminación de experiencias y la interpretación de los signos de los tiempos”

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