Nos comparte Silvina
El festejo del Divino Maestro lo hicimos el 15 de Agosto en Hurlingham. En Bs. As. los festejos de Agosto siempre están compartidos con San Cayetano y la Virgen.
Elsa Monzón le propuso a Yolanda que fuera en su casa. Y allí nos encontramos con la propuesta de escuchar juntos la invitación del evangelio a transformarnos.
Juan nos dice cómo cambiar en vino de milagroso sabor, esta vida que suele hacerse difícil, que a veces nos parece gris. Vivimos tiempos en que la vida de la gente nos parece una insignificancia y sin embargo encontramos la luz.
Juan nos enseña a hacer grande la propia vida. Conviene ir de noche a charlar con Jesús, para aprender el secreto de nacer de nuevo. Se aprende el secreto del pan y del agua que no se termina nunca.
Cuando no podemos creer hay que pedirle permiso a Jesús para tocar su costado herido, para llegar a su corazón y beber la vida desde allí. Porque el secreto para transformar cada minuto está en amar como él amó.
A Juan hay que leerlo como el ciego de nacimiento, como Natanael, con sed de buen vino, como Nicodemo, como los que tenían hambre en la montaña, como la adúltera, como Tomás.... Como lo que somos: gente que quiere una vida mejor, gente que está convencida que su vida vale mucho más, gente que necesita darle luz a cada minuto, gente que tiene sed de vida.
Juan escribió para nosotros, para que creyendo tengamos vida.
Juan escribió para que aprendamos el secreto de la vida, amar como el Maestro, amó.
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