1ra
PARTE
EL
INSTITUTO DE CULTURA RELIGIOSA SUPERIOR, INSTITUCIÓN PARADIGMÁTICA EN LA
ARGENTINA (1966-1983).
María
Laura Roger CDM
1 ESPACIOS
que condicionaron la vida de los consagrados, animados por ellos en esos
difíciles años.
2)
El Instituto de Cultura Religiosa Superior
2.1. ¿Qué es el ICRS?
2.2.¿Cómo se estructura?
2.3. ¿Qué ofrecía el ICRS esos años?
2.4. ¿Qué espíritu animaba el ICRS?
2.4.1.Folletos
2.4.1.1.
Folleto del ICRS:
2.4.1.2.Folleto
de la Escuela de Ciencias Sagradas:
2.5. Debate sobre la Escuela de Relaciones
Humanas.
2.6.
La revista SEDOI.
-----------------------------------------
La Real Academia define
“paradigma” como “conjunto de unidades que pueden sustituir a otra en un mismo
contexto porque cumplen la misma función”. Es un arquetipo, un ejemplar: algo
que representa a otras situaciones que se le asemejan. Consideramos el caso del
Instituto de Cultura Religiosa Superior paradigmático en cuanto que, en medio
de la difícil situación que atravesaba la Argentina en los años del terrorismo
de Estado, realizó proyectos significativos en la formación, la acogida y la
animación de la renovación que proponía a la vida consagrada y a la Iglesia, el
Vaticano II y fue un espacio significativo para muchos que encontraron allí
contención y ayuda.
1)
ESPACIOS que condicionaron la vida de los consagrados, animados por ellos en
esos difíciles años.
Cuando hablamos de espacios
tenemos que aclarar a que nos estamos refiriendo. La historia, y de eso se
trata nuestro esfuerzo, es el encuentro de dos libertades, la del hombre y la
de Dios, en medio de las coordenadas espacio-temporales.
El término “espacio” tiene
distintas interpretaciones según la disciplina que lo aborde y la reflexión de
quien la cultiva.
En nuestro caso,
entenderemos espacio como algo distinto de lugar.
“Un
lugar implica “una indicación de estabilidad”; “el espacio es un cruce de
entidades móviles”; “el espacio es un lugar practicado”.
La
distinción entre lugar y espacio atribuye al primero características ordenadas
e inalterables, mientras que el segundo no tiene “ni la univocidad ni la
estabilidad de algo circunscrito”; se presenta como “un cruce de entidades
móviles”, en pocas palabras: “es un lugar practicado”. Dentro de este teatro de
posibilidades ilimitadas, todos y cada uno pueden contribuir al nacimiento de
un “pulular creativo”, motor de aquella pluralidad cultural que es la barrera
indispensable contra cualquier tentación autoritaria”1
Nuestro trabajo se refiere
a un tiempo determinado: años 1966-1983 y a un lugar determinado: Argentina.
Esta nación se convirtió en un lugar donde reinó la dictadura militar y se
desarrolló el terrorismo de Estado.
Sin embargo,
misteriosamente, en medio de esta realidad, hubo enclaves o intersticios donde se
animó la vida y se formaron las personas en orden a sostener la fe, el amor y
en la esperanza.
“A
la vez, estos espacios institucionales2 convivían con reuniones informales como
charlas, retiros y conferencias que congregaban a actores de distintas
pertenencias institucionales, con participación de grupos diversos y, en
ocasiones, deseosos de encontrar un grupo o referente con quien sentirse más
identificados para orientar sus propias carreras eclesiásticas. En este
sentido, los retiros espirituales dirigidos por Arturo Paoli o Francisco
Jalics, las charlas con Mamerto Menapace en el monasterio de Los Toldos, las
conferencias dadas en Casa Nazaret, en torno al Centro de Justicia y Paz, o las
charlas convocadas en el Instituto de Cultura Religiosa Superior fueron
memorables para muchos de los protagonistas de este libro. Para algunos de
ellos, estos espacios resultaron cruciales para reorientar la carrera vital en
momentos de incertidumbre o pérdida de sentido de las estructuras en las que
estaban insertos”3.
Si bien Cattogio está
refiriéndose a la incidencia que tuvieron esos espacios en el clero, podemos
considerar sus afirmaciones extensivas a otros protagonistas de la época.
Llama la atención que todos
los espacios nombrados por Cattogio fueron animados y sostenidos por
religiosos. En el caso del Instituto de Cultura Religiosa Superior las que
estuvieron al frente de la obra fueron mujeres religiosas.
Aquí nos ceñiremos a las
áreas la Capital Federal (CABA) y a la provincia de Buenos Aires. Queda
pendiente para el futuro poder explorar otros espacios a lo largo y ancho de la
Argentina que también resistieron la barbarie del terrorismo de estado.
2)
El Instituto de Cultura Religiosa Superior
De los espacios
“practicados” observaremos con más detenimiento al Instituto de Cultura
Religiosa Superior (En adelante: ICRS). A lo largo de la investigación nos
llamó la atención las muchas veces que se lo menciona en los testimonios y en
las publicaciones. Citamos aquí solo algunos libros en los que aparece.4 En
ellos se nombra al ICRS frecuentemente como lugar de encuentro o de formación.
Repetidas veces referido a los padres Carlos Mugica y Alberto Carbone. También
indicando a personas que actuaron o trabajaron allí. Y como un acontecimiento
muy significativo por las amenazas y atentados que sufrió. Este espacio
pertenece a una congregación religiosa femenina, la Compañía del Divino Maestro
(en adelante: CDM). Desde su fundación ha sido animado por mujeres. En la época
que nos ocupa era uno de los pocos espacios que tenía esta característica.
El origen del ICRS tuvo
lugar el 3 de mayo de 1933, cuando el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires,
Monseñor Santiago Luis Copello lo fundó, “para la formación intelectual y
espiritual de las socias -especialmente las socias dirigentes- de la Acción
Católica Argentina”. De este modo la teología se hace por primera vez en Buenos
Aires asequible a las mujeres. Su sede definitiva está situada en Rodríguez
Peña 1054, CABA.
El 28 de enero de 1943 se
funda la Compañía del Divino Maestro, congregación que surge como respuesta
concreta a la necesidad de consolidar el impulso de los estudios teológicos
brindados por primera vez a la mujer, cuyo primer paso había sido la fundación
del ICRS. A medida que pasó el tiempo, esta acción pastoral se extendió. Las
destinatarias principales fueron las mujeres pero con el ánimo de llegar a
todos a través de ellas.5 En el tiempo de nuestro estudio ya se había dado una
cierta apertura, asistiendo a la casa mujeres pero también varones,
religiosas/os y también laicos/as.
2.1.
¿Qué es el ICRS?6
Según dice un folleto de la
época se trata de “Un llamado a una
reflexión sincera, a una investigación auténtica, a un compromiso vital ante el
Misterio de Cristo y su Iglesia, para este momento crucial de la historia”.
Destaquemos que se define
al ICRS como un lugar de convocatoria a un compromiso con Cristo y su Iglesia y
por extensión, un compromiso con este momento crucial de la historia. Se
entiende que es una convocatoria a vivir la fe encarnada, lejos de cualquier
espiritualismo, fundados en que Jesucristo es el Señor de la historia. Es un
llamado a buscar la “Verdad total que está en Jesucristo y es Jesucristo”7
2.2.¿Cómo
se estructura?
El ICRS se presenta en la
época como un lugar donde convergen distintas escuelas y disciplinas:
• Escuela de Ciencias
Sagradas
• Departamento de Estudios
Bíblicos
• Escuela de Servicio
Social
• Escuela de Relaciones
Humanas
• Historia del Arte
• Cultura Occidental
Contemporánea
• Literatura Moderna
• Antropología Filosófica
• Seminario de Teatro
Además de las áreas
académicas, el ICRS contaba con un ateneo deportivo para niñas y jóvenes; yoga
impartido por profesoras discípulas del padre Ismael Quiles,s.j, egresadas de
la Universidad del Salvador; una biblioteca con abundante material de las
carreras y escuelas que funcionaban allí; una librería religiosa; un salón de
té abierto a la comunidad; el aula magna que funcionaba como una sala
multipropósito; una capilla para la oración, en la que se celebraba diariamente
la Eucaristía, incluso los domingos.
El ICRS, como dijimos, era
animado por las hermanas de la Compañía del Divino Maestro. Tenía una directora
religiosa, que con un equipo directivo y el asesor teológico nombrado por el
Arzobispo de Buenos Aires, se ocupaba de la totalidad de las secciones y
actividades que ser desarrollaban en el mismo. En cuanto a la Escuela de
Ciencias Sagradas tenía un director, cargo que siempre ocupaba alguno de los
profesores de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina
(UCA).
2.3.
¿Qué ofrecía el ICRS esos años?
Un recorrido por la
programación de la Escuela de Ciencias Sagradas de esos años nos da una idea de
qué tipo de formación se daba allí:
Un primer grupo de
actividades tiene que ver con los cursos y ciclos que se fueron desarrollando a
medida que acontecía el Concilio Vaticano II. A modo de ejemplo mencionamos:
+ Constitución Pastoral Gaudium et Spes,
esquema XIII: ciclos de estudio llevado a cabo entre la
Universidad Católica Argentina (UCA) y el ICRS, cuyos profesores fueron los
padres Mandrioni, Croatto, Tello, Ferrara, Gelman, Chiesa y el doctor Emilio
Komar;
+ Constitución Dogmática Dei Verbum:
conferencias a cargo de los profesores del Departamento de Estudios Bíblicos
del ICRS: Severino Croatto,cm; Mateo Perdía,cp; Ricardo Ferrara, Diego
Losada,msf; Ignacio Vicentini,sj; Jorge Mejía.
+ Constitución Dogmática Lumen Gentium:
Curso a cargo de los profesores Miguel Mascialino, Ricardo Ferrara, Alfredo
Chiesa, Rafael Tello, Carmelo Giaquinta, Domingo Basso.
+ Constitución sobre la Sagrada Liturgia:
curso intensivo desarrollado por la Comisión Episcopal de Liturgia.
- También estuvieron presentes
en la reflexión de esos años otros documentos del Magisterio universal:
✓
la encíclica Populorum
Progressio. “Análisis de su enfoque socio-económico” fue el título
de la conferencia en ocasión del día de la Asistente Social, organizada por las
egresadas de dicha escuela. (1967).
✓
Sínodo Mundial de Obispos
“La justicia en el mundo” Esquema de los temas a tratar en el
próximo Sínodo mundial de la Iglesia. A cargo del padre Alberto Sily,sj
(1971)…..
- Abundan las iniciativas
que tienen que ver con el Magisterio Latinoamericano y con la reflexión
original que se va gestando en nuestros países acerca de esas temáticas. Por
ejemplo:
▪ Curso: La pastoral en la transformación de América
Latina a cargo de los padres Gera y
Tello.
▪
Curso: La justicia desde la perspectiva de la Teología de la Liberación a
cargo del padre Eduardo González.
▪ Curso sobre Religiosidad Popular a cargo del padre
Juan Filipuzzi.
▪ Ciclo de Evangelización
en relación a la cultura: Evangelización
y cultura en la perspectiva de América Latina; el Evangelio como proceso
histórico, Evangelización y cultura nacional.
▪ Cursos sobre la historia
de la Iglesia en América Latina. Se empieza a atender la historia de la Iglesia
Latinoamericana y Argentina. Por ejemplo en 1974 el padre Rubén Garcia,sdb
dicta el curso Historia de la Iglesia en
el Nuevo Mundo o también Presencia de
la Iglesia en el proceso histórico argentino desde 1810 a nuestros días.
▪
En el quinto aniversario del documento de Medellín se organiza un Seminario
sobre Pastoral Popular en San Miguel, Pcia. De Buenos Aires. (1973)
▪
Seminario de Estudio del Documento de Puebla. (9 al 13 julio 1979)
-
Junto con estas temáticas, paralelamente se tratan cuestiones que tienen que
ver con lo social, lo político, lo económico. A modo de ejemplo citamos
+
Curso El modelo alternativo de desarrollo
autónomo en la Argentina. (abril-octubre 1971);
+
Curso Dependencias y búsquedas de
liberación en el proceso histórico argentino (agosto-noviembre 1972).
Profesores José María Rosa, Fermín Chávez, Félix Luna,…
+ Reuniones de
reflexión: “Realidad latinoamericana en
la perspectiva de la liberación y unidad de nuestro pueblo”. Coordinados
por Carlos Eroles. (1974).
+ Los últimos años de
la dictadura militar, en el proceso de apertura democrática, la Comisión
Nacional de Justicia y Paz del Episcopado Argentino organizó junto con el ICRS
una serie de seminarios, muchos de los cuales luego fueron publicados en la
revista SEDOI. Trataremos de esto al hablar de publicaciones.
- Desde sus orígenes, la
Compañía del Divino Maestro estuvo presente en las iniciativas referidas a la
Vida Religiosa. Las hermanas integraron la Junta de Religiosas desde los
tiempos de COSMARAS (Consejo de Superiores Mayores Religiosas). En el ICRS se
realizaron variados cursos de formación inicial animados por CONFER
(Conferencia Argentina de Religiosas) y diversas propuestas de actualización y
formación permanente para religiosas.
- Capítulo aparte
merecerían las actividades de formación catequística, bíblica, literaria,
referida a los medios de comunicación social, muchas de las cuales eran
llevadas a cabo por profesoras mujeres, religiosas y laicas. Nombramos aquí
algunas de ellas: Angélica Knack Peuser, Celia Velazco Blanco, Inés Ham, Inés
Ordoñez de Lanús, Isabel Las Heras, Alicia Brunello, María Josefina Llach,
Haydée Bouzada.
2.4.
¿Qué espíritu animaba el ICRS?
Presentamos dos materiales
que pueden ayudar a comprender cuál era el espíritu que animaba las obras del
ICRS, que no era otro distinto del que reinaba en la sociedad y en la Iglesia
en general. En primer lugar presentamos dos folletos que pueden ayudar a
entender el espíritu que animaba la obra en esos años y seguidamente recogemos
el debate de las hermanas de la CDM en cuanto a la Escuela de Relaciones
Humanas y lo que debían hacer respecto de ella en esa época histórica eclesial
y nacional.
2.4.1.Folletos
2.4.1.1.
Folleto del ICRS:
Mientras
esperamos que Buenos Aires, como las grandes ciudades europeas cuente con su
facultad de Teología abierta a todos, el ICRS te ofrece la posibilidad de
profundizar tu fe.
En
este diálogo la Iglesia se esfuerza por asimilar los auténticos valores humanos
(GS 55). Para colaborar con la obra creadora de Dios, para transformar el
mundo, el primer esfuerzo es el del pensamiento, porque para lograr la armonía
de los hechos es preciso que preexista una concepción realista de ella. Esta
armonía, esta síntesis, ha de estar vivificada por la teología, que es la
presencia de la fe en la cultura, en la sociología, en la economía, EN EL
MUNDO. Es la luz de Dios cayendo verticalmente sobre nuestro mundo y abriéndose
horizontalmente. El laico, por su definición, está abierto para interpretar con
sentido cristiano, el mundo de las realidades terrenas (LG Capítulo IV y GS
62). El Concilio no pide solamente laicos catequistas, sino también laicos
capaces de ser profesores de teología, especialistas en Sagradas Escrituras, en
Liturgia hasta llegar a manifestar el deseo de vida nueva y se dediquen
exclusivamente a esta tarea” (GS 62).
Como se puede apreciar en
este texto, el deseo del ICRS es que la teología se abra a todos. En
consonancia con el Concilio Vaticano II se propone una teología que se
encuentre con la cultura, la sociología…que se haga ciudadana del mundo. Y que
esté en manos de todos, también de los laicos, de los cuales se busca puedan
alcanzar la madurez humana y cristiana y de este modo, poder brindar su aporte
original y único a la Iglesia y a la sociedad.
2.4.1.2.Folleto
de la Escuela de Ciencias Sagradas:
“La
Escuela de Ciencias Sagradas se propone con los cursos que organiza contribuir
al esfuerzo de reflexión que muchos cristianos de hoy desean realizar a partir
de su fe. Por una parte los cursos quieren ofrecer la posibilidad de acceder al
conocimiento de algunos elementos y tópicos bíblicos, históricos y filosóficos
que se integran en el marco de reflexión teológica con perspectiva pastoral y/o
catequística.
Por
otra parte la perspectiva pastoral o catequística lleva a recoger los
interrogantes que la experiencia vital de cada uno y el proceso histórico que
vivimos presentan a la fe cristiana. Algunos de esos interrogantes surgen de la
experiencia de la relación familiar, o de la pertenencia, a veces conflictiva,
a la Iglesia; o bien de una búsqueda por integrar al compromiso de la fe, la
responsabilidad histórica, cultural y política; surgen también de nuestra
pertenencia a un pueblo cuya experiencia histórica ha modelado su conciencia de
un modo particularmente sensible a los valores de la libertad y la justicia.
El
horizonte de inquietud y búsqueda que ofrecen estos interrogantes, u otros
semejantes, es lo que dará unidad a cursos que conservan su diversidad
científica, temática y metodológica.
Este
intento de ofrecer posibilidades y receptar interrogantes vivenciales e
históricos nos llevó a ampliar nuestras actividades, para facilitar que más
gente, principalmente del interior del país, se beneficiara con nuestro aporte
y nos enriqueciera y estimulara con el suyo. Para ello, además de los cursos
detallados en este folleto, hemos organizado:
a)
Cursos intensivos de verano, ejemplo: sobre Biblia, catequesis, “Control de
natalidad”.
b)
Cursillos en distintos lugares del país, dictados por profesores de la Escuela
a pedido de instituciones interesadas, ejemplo: Biblia y Catequesis dictados
por la Srta. Graciela Mercadé y el P. Enzo Giutozzi en Avellaneda, Santa Fe.”
Según lo anterior, la
Escuela de Ciencias Sagradas muestra un perfil propio. Pretende hacer una
teología pastoral y catequística respondiendo a los interrogantes y
preocupaciones de la pertenencia a la familia, a la Iglesia, al pueblo. Se nota
la comprensión de la teología como un diálogo entre Dios y los hombres, como
decía Monseñor Angelelli en este tiempo “un oído a Dios y otro al Evangelio”.
Se nota también el énfasis en señalar al cristiano como ser social,
perteneciente a distintos ámbitos de referencia y acción.
El ICRS quiere abrirse a
todos y por ello busca estrategias como los cursos intensivos de verano y los
cursos al interior del país.
2.5.
Debate sobre la Escuela de Relaciones Humanas.
El debate se centra en la
continuidad o no de la Escuela de Relaciones Humanas como obra animada por la
CDM. Las hermanas del Consejo General han recogido la opinión de las
comunidades para considerar el asunto. Cito algunas de las expresiones porque
pueden ayudar a comprender el clima de época8.
▪ “El ICRS no debe mantener
la estructura de escuelas porque impide volver al carisma original y abrirse a
nuevas formas más populares, aprovechando la originalidad de no poseer una
estructura académica burocratizada”;
▪ “Creemos que no debe
descartarse el trabajo con elites, pero serán las que surjan del pueblo o que
estén en una interacción con el pueblo, reflexionando la realidad desde la fe”;
▪ “El ICRS quiere optar por
una línea de pastoral popular. ¿Cómo hablar para que una escuela que se define
en una línea liberal, pueda hacer el giro necesario?;
▪ Surge la pregunta: “La
CDM, ¿tiene algo que dar en el campo de la economía?
Como se puede advertir, la
reflexión se da en el ámbito de oposiciones: Estructura de escuelas vs. Carisma
original; trabajo con elites vs. trabajo con el pueblo; línea liberal vs. línea
de pastoral popular; Teología vs. Economía.
En esta etapa se está muy
lejos de una síntesis superadora.
Cabría preguntarse si no
existe un cierto anti intelectualismo en una congregación que por su carisma
está dedicada al estudio teológico. Este rechazo por lo académico, por lo
sistemático marca un espíritu de época. Es el tiempo de la acción, de la
voluntad más que del intelecto. “En sintonía con el anti intelectualismo de los
años setenta, estos actores manifestaban un abierto desprecio por el trabajo
intelectual, al cual tenían un acceso privilegiado por su condición de ‘intelectuales
tradicionales’ al decir de Antonio Gransci” 9 .
Sin embargo parece
necesario destacar que, en ciertos casos, más que anti intelectualismo podría
pensarse en un esfuerzo por volver a las actitudes del Evangelio buscando que
la “ilustración” no sea un obstáculo sino un don a ser compartido. “Después del
Concilio, cuando fuimos a los barrios, no pensamos en llevar conocimiento. La
intención era convivir y aprender. Centradas en Rodríguez Peña, comenzamos a
abrirnos y de ahí salimos para La Rioja, y barrios como Hurlingham (diócesis de
Morón) y Manuelita (San Miguel)….”10
2.6.
La revista SEDOI.
El Instituto publicó la
revista “Servicio de documentación e información” entre 1974 y 1994 (aprox.).
Trataba temas monográficos de autores calificados, temas centrados en los
intereses del contexto eclesial, de Latinoamérica y de nuestro país. Aportamos
aquí como testimonio, algunos temas y autores. El P. Lucio Gera, por ejemplo,
escribió sobre “La fe en un mundo en crisis” (61/1981) así como “Elementos para
una espiritualidad del trabajo” a raíz de la encíclica Laborem Excercens de
Juan Pablo II (85/1985); Hernán Alessandri “De Medellín a Puebla: los nuevos
acentos” (41/1979).
El Equipo Argentino de
Pastoral, “Aportes para una reflexión sobre Religiosidad” (9-10/1975); Ricardo
Ferrara aportó “Verdad sobre Cristo y el Hombre en el documento de Puebla”
(39/1979; Carlos Galli publicó en ella un capítulo de su tesis: “La encarnación
del Pueblo de Dios en la Iglesia y en la eclesiología latinoamericanas” (125/1994).
En ese año dirigía la revista la H. Hilda Carboni, cdm. Anteriormente la
directora había sido la H. Victorina María Lacaze cdm, y el asesor editorial
Ignacio Palacios Videla.
La publicación tenía como
“objetivo presentar periódicamente materiales aptos para la reflexión, la
iluminación de experiencias y la interpretación de los signos de los tiempos”
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